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viernes, 6 de abril de 2012

Miles de peregrinos repletan las calles de Jerusalén para participar en el Vía Crucis

Miles de peregrinos repletan las calles de Jerusalén para participar en el Vía Crucis

Este año el Viernes Santo coincidió con el inicio de la Pascua judía, la misma fiesta que Jesús celebró en la Última Cena.

JERUSALÉN.- Peregrinos de todo el mundo y palestinos cristianos recorrieron hoy los pasos de Jesús hacia la cruz, en un Viernes Santo que este año coincidió con el inicio de la Pascua judía o "Pesaj".

Bajo un sol de justicia del que sólo era posible esconderse en las más estrechas y frescas callejuelas del Vía Crucis, una marea humana siguió hoy al patriarca latino, Fuad Twal, y al custodio franciscano de Tierra Santa, Pierre Battista Pizaballa, por las 14 estaciones.

La procesión, amorfa en estructura porque cada grupo y parroquia rezaba a su propio ritmo y en su propio idioma, comenzó poco antes del mediodía en la parte baja de la ciudad vieja de Jerusalén.

De ahí, en lento pero desordenado paso por cada una de las estaciones de la Vía Dolorosa, avanzó por las estrechas calles del zoco palestino, que desde hace cientos de años es testigo mudo del Vía Crucis.

Las interminables tiendas de tejidos, negocios de productos eléctricos pequeños, calzado, cerámica armenia, cristal de Hebrón, objetos sagrados de las tres religiones y puestos de comida, cedieron hoy por unas horas el protagonismo a dos grandes pero simples cruces de madera de olivo, única iconografía de la Semana Santa de Jerusalén.

Las cruces las llevaban a hombros una docena de cristianos palestinos que a lo largo del recorrido se fueron intercambiando para ceder el privilegio a otros.

Un privilegio que, sin haber llevado la cruz, comparten los miles de peregrinos que hoy completaron el recorrido de menos de un kilómetro. 

"Me siento súper feliz, lo recibo como un regalo de Dios, es la oportunidad que Dios me ha dado conocer esta tierra, estoy tan contenta y tan agradecida con el Señor", dijo Luz Amparo Montoya Escobar, una colombiana que hoy hizo el recorrido por primera vez a pesar de que vive en Israel desde hace varios años.
Gloria Helena Moncada, otra colombiana que "reincide" por tercer año en la procesión, afirmó que "estar aquí es una emoción tan grande que no se puede describir".

"Estamos en la ciudad santa de Jesús, donde dio los pasos él, es un privilegio de Dios estar acá y todo el mundo que tenga la oportunidad de venir a la ciudad santa de Jesús debe hacerlo", señala.

La procesión, que apenas dura hora y media, llega hasta el Santo Sepulcro, que alberga las últimas estaciones del Vía Crucis y donde tienen lugar las últimas plegarias.

 

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