El hombre que tiene 600 hijos repartidos por el mundo
La clínica de fertilidad Barton Clinic abrió sus puertas en Londres a principios de los años 40 y, a lo largo de las siguientes tres décadas, el doctor Bertold Weisner ayudó a más de 1.500 mujeres a poder cumplir su sueño de ser madres.
El Dr. Weisner, de origen austriaco, era considerado una eminencia en su campo y sus revolucionarias técnicas de fertilización hicieron que tuviese, para aquel entonces, una gran afluencia de pacientes en busca de un hijo.Las inseminaciones se realizaban a través de donaciones anónimas que habían pasado todo tipo de exámenes médicos y cuyos donantes debían tener unas aptitudes muy concretas y un cociente intelectual algo superior a la media.
Estas exigencias fueron las que provocaron que la media de donaciones anuales admitidas y dadas por validas fuese baja; hecho que, cuarenta años después, ha encendido la luz de alarma ante la posible evidencia de que el propio Bertold Weisner utilizase su propio esperma para fertilizar a centenares de pacientes.
Los elevados costes en los honorarios del médico hicieron que la mayoría de las pacientes que asistieron a la Barton Clinic fuesen de clase alta e incluso se encontrase entre ellas alguna emparentada con la realeza. Esto provocaría que muchos de los hijos concebidos allí desconocieran realmente que provenían de una inseminación artificial.
Se calcula que, de las más de 1.500 intervenciones que realizó para dejar embarazadas a las pacientes, unas 600 podrían haber sido realizadas con el esperma de Weisner, siendo ese el número aproximado de hijos engendrados con su mismo ADN.
El descubrimiento se ha realizado a través de los hijos de dos pacientes, el británico David Giollancz y el canadiense Barry Stevens, en el que la búsqueda de sus raíces los llevó por separado a intentar averiguar quién era su progenitor, descubriendo, tras realizarse las pertinentes pruebas, que eran medio hermanos.
Las posteriores investigaciones y análisis han llevado a descubrir que de 18 pruebas realizadas a personas concebidas entre los años 1943 y 1962, doce comparten el mismo ADN que ellos.
También cabe destacar el asombroso parecido de alguno de ellos con su 'padre biológico', como es el caso de Barry Stevens, tal y como demuestra la fotografía adjunta en este post.
El doctor Bertold Weisner falleció en 1972 a la edad de 70 años, por lo que difícilmente se podrá saber toda la verdad sobre este asunto. Todo parece indicar que su esposa, Mary Barton, habría desconocido por completo las 'donaciones' realizadas por su marido.
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